Valencia, cientos de posibilidades para divertirse y disfrutar
En pocos lugares como Valencia son capaces de convivir de manera tan armónica los restos de su pasado, que data del año 138 a.C., con las edificaciones más innovadoras y vanguardistas que se han erigido en el nuevo milenio. La ciudad es cultura, comercio y negocios; y ofrece innumerables opciones de ocio como el cine, teatro o museos.
Cuando se camina por Valencia se puede sentir, entre sus muros y bajo el pavimento, el latir de muchos siglos. Desde los restos del foro romano, encontrados en la actual Plaza de la Virgen, hasta la emblemática Ciudad de las Artes y las Ciencias, la ciudad se ha ido transformando al tiempo que ha rescatado monumentos que son testimonio del pasado.
La Catedral de Valencia se asienta sobre el mismo lugar en el que se levantó el primer templo en la época romana y, posteriormente, una mezquita árabe. Su construcción se realizó entre 1262 y 1426, aunque las reformas consecutivas han dejado su huella en una interesante superposición de estilos sobre el predominante gótico inicial. La torre de su campanario, conocido popularmente como el Miguelete, se eleva más de 50 metros y subir los 207 peldaños que llevan hasta su punto culminante se ve sobradamente compensado con unas espléndidas vistas sobre la ciudad.
En la misma plaza hay que destacar la Basílica de la Virgen de los Desamparados y, muy cerca, el real Convento de Santo Domingo.
En el casco histórico es posible encontrar otras iglesias de interés como la de Santa Catalina, San Nicolás o San Martín. La arquitectura civil ocupa un lugar importante en la historia de esta metrópoli. El edificio más destacado es la Lonja de la Seda, de estilo gótico y erigido a finales del siglo XV, ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad. Antiguo lugar de transacciones comerciales, en su interior se hallan verdaderos tesoros, como el Salón de las Columnas, el Torreón Central y la Sala de Juntas del Consulado del Mar.
En pleno centro de la ciudad se ubica el Ayuntamiento, integrado en el antiguo conjunto de la Real Casa de la enseñanza, del siglo XVIII. Mientras, el modernismo tiene su protagonismo en edificaciones como el Mercado Central, construido en hierro, cristal y azulejos; el Mercado de Colón o la estación del Norte. En la actualidad, uno de los símbolos de Valencia es la Ciudad de las Artes y las Ciencias, un complejo futurista que alberga el Cine-Planetario-L´Hemisfèric, el Palacio de las Artes, el Museo de las Ciencias y el Parque Oceanográfico Universal. Además, la ciudad cuenta con una gran variedad de museos para visitar.
Pasear de forma relajada es una de las mejores opciones para descubrir sus múltiples calles peatonales, las plazas con mercadillos o las terrazas donde pasar un rato agradable. También es la forma en la que se pueden observar bellas fachadas como la del Museo Nacional de Cerámica o las torres de Serranos y de Quart, que son los restos principales de la muralla que rodeaba la ciudad.
Fuera de ella, encontramos los Jardines del Turia, la mayor zona verde y el lugar perfecto para disfrutar al aire libre, ya que pueden recorrerse a pie o en bicicleta. Valencia cuenta con el encanto especial de las poblaciones que son puerto de mar. La fina arena de sus playas y la transparencia de sus aguas, así como la cercanía de las montañas litorales, confieren a su costa un atractivo singular.
Dentro de la ciudad, las playas de La Malvarrosa y Levante disponen de una variada oferta de restaurantes donde comer y disfrutar de una velada junto al mar. Hacia el sur de la capital, la naturaleza se hace más presente en las playas del Saler y el Parque Natural de L´Albufera, donde se puede gozar del sol en un paraje singular.
El clima mediterráneo concede agradables temperaturas durante todo el año, por lo que Valencia ofrece numerosas alternativas para divertirse. La zona más popular es el Barrio del Carmen, en el casco antiguo, donde podemos encontrar bares y pubs con un ambiente animado. La festividad de San José (19 de marzo) es mundialmente conocida por Las Fallas y se ha convertido en un atractivo turístico muy importante. Su origen parte de la quema de desechos de los talleres de carpintería, pero la inventiva del pueblo valenciano le ha otorgado rasgos propios de su cultura e historia, hasta convertirla en una fiesta en la que destaca el carácter satírico de los monumentos falleros.
En cuanto a la gastronomía, la dieta mediterránea se basa en el consumo de productos de la huerta, el aceite de oliva y los pescados y mariscos procedentes de su costa. Fruto de esta alimentación nace el plato más internacional, la famosa paella valenciana.
La base es el arroz, aunque se complementa fundamentalmente con pollo, conejo, caracoles, verduras frescas y legumbres. En esta región existe una gran tradición pastelera, y entre sus variedades de bizcochos y tortas destacan los fartons que suelen tomarse con un buen vaso de horchata, una bebida típica que se realiza con chufas, agua y azúcar.
Si hablamos de tragos, otra bebida con solera es la mistela, un vino dulce de alta graduación, y también debemos mencionar un cóctel originario de la ciudad, conocido como agua de Valencia y cuyos ingredientes fundamentales son el cava, el licor triple seco y el zumo de las naranjas de la región, muy apreciadas por su calidad.
En definitiva, la ciudad de Valencia ofrece al visitante cientos de posibilidades para divertirse y disfrutar, sean cuales sean sus gustos y preferencias.
Información útil para el viajero
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